Una gota en el océano.

¿Sabes? Hoy quise romper con todo.

Con la imagen que tiene la gente de mi. Con los modelos de belleza establecidos. Con las injusticias y el hambre. Con el modo en el que las personas ven el mundo. Con la frialdad y la indiferencia. Con las cosas normales y aburridas. Con la inseguridad y el miedo. Con el los cuentos de hadas no son verdad y los finales felices no existen. Con las normas hipócritas de las sociedades. Con las clases sociales y económicas. Con las infancias destruidas y la falta de sonrisas.

Hoy quise romper con todo.

¿Y sabes qué? Me di cuenta de que no puedo, y que nunca podré. Sólo soy una chica, una mujer, una persona. No soy nadie, pero soy importante. Soy tan pequeña en un mundo gitantesco que hace es deborarse a si mismo. ¿Qué podría hacer yo? Nada. Sólo aportar mi granito de arena y rezar para que con los granitos de otras personas como yo se forme una montaña lo suficientemente grande.
Porque mis esfuerzos tal vez no sean visibles ni radicales, pero son importante e imprescindibles.

Nos damos cuenta de que lo que estamos logrando es sólo una gota en el océano. Pero si esa gota no estuviera en el océano, haría falta.

-Madre Teresa.