domingo, 26 de diciembre de 2010

Tregua de Navidad

Ocurrió en 1914, durante la Primera Guerra Mundial. En muchos casos las trincheras de ambos bandos estaban separadas apenas unos metros por la Tierra de Nadie. La tranquilidad solo era rota por pequeños ataques que no significaban nada para el desarrollo de la guerra pero que siempre costaban vidas.

La comunicación entre los contendientes no era inusual, muchos alemanes habían trabajado antes de la guerra en Gran Bretaña y sabían hablar el ingles, asi que de una a otra trinchera intercambiaban de vez en cuando algunas frases. Muchos se ponían a cantar canciones patrióticas respondiéndoles con aplausos desde las otras trincheras.
Durante el día 24 se habían efectuado algunos disparos de fusil y lanzado algún proyectil de artillería, pero a medida que la noche llegaba todo el frente enmudeció y el silencio se apoderó de todos.

Al llegar la noche los alemanes siguiendo su tradición, pusieron sus arboles de Navidad decorados con luces de colores en sus trincheras. Cientos de pequeñas lucecitas inundaron aquella fría y silenciosa noche. Los británicos agazapados en sus trincheras a pocos metros debieron de quedarse atónitos al asomar sus cabezas sobre los parapetos y ver cientos de lucecitas brillando a lo largo de toda la línea alemana.

Poco después unas voces empezaron a emerger de la oscuridad, los soldados alemanes reunidos alrededor de sus arboles cantaban Noche de Paz "Stille Nacht, heilige Nacht ..." Los británicos sorprendidos aplaudieron con entusiasmo al terminar la canción y entonces ellos empezaron a cantar su "The First Noel, the angel did say". Al final ambos bandos terminaron cantando juntos "O come all ye faithful" los británicos y "Adeste Fideles" los alemanes.

Algunos testimonios relatan como, primero unos pocos y luego en grupos, decenas de negras siluetas salían de sus trincheras y se encontraban en mitad de la noche, en Tierra de Nadie: "Chocamos las manos, nos deseamos Feliz Navidad, y hablamos como si nos conociéramos de varios años."

La mayoría de los encuentros consistieron en estrecharse las manos, conocerse un poco, enseñarse fotografías de la familia e intercambiarse tabaco, bebidas y botones de recuerdo de sus uniformes.
El episodio más sorprendente y legendario fue el partido de fútbol que se jugo en Tierra de Nadie entre soldados británicos y soldados sajones. Según testimonio del oficial alemán Niemann, tuvo lugar en el sector de cerca de Armentieres. Según cuenta, después de intercambiarse cigarrillos, un soldado escocés apareció con un balón de fútbol, y en pocos minutos se monto un partido, cada bando hizo sus porterías con sus gorros. Al parecer los alemanes ganaron por 3 a 2. 

En general la tregua terminó de forma parecida a como había empezado, por mutuo acuerdo. El capitán Stockwell cuenta: "Hacia mucho frío. A las 8.30 de la mañana, disparé tres tiros al aire y saque una bandera que llevaba escrito "Feliz Navidad", salte del parapeto. El capitán alemán sacó una camisa en donde estaba escrito "Gracias" y salto fuera del parapeto, nos saludamos respectivamente y saltamos dentro de nuestras trincheras, entonces él disparó dos tiros al aire y la guerra continuó".
 
Y ahora vosotros pensaréis: "¡Qué historia tan bonita! ¡La Navidad es una época maravillosa!". A mi me parte el alma, la primera vez que la escuché me puse a llorar.  ¿No os a pasado nunca que conocéis a alguien de casualidad, sin esperarlo, y empozáis a hablar y hablar; de alguna manera colectáis y os hacéis inseparables? Poneos un momento en la piel de estos soldados. Seguro que se hicieron amigos, muchas veces gestos como intercambiar un botón o enseñar una foto forma un lazo con esa persona más fuerte de lo que nos imaginamos. Entonces se acaba la tregua y la guerra continua. Y tienes que disparar hacia donde está tu amigo. Tienes que coger las ganas de llorar, meterlas en un bolsillo, cerrarlo bien fuerte y matarlo. Tienes que matarlo. Él te contó lo mucho que hechaba de menos a su familia y las ganas que tenía de ver a su hija pequeña mientras te enseñaba una foto suya, "se llama Lucy, fijaté, tiene los ojos de su madre". Pero no puedes poner a pensar en eso. Tienes que matarlo, es el enemigo.

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